[Ryûsei] Salida a la superfície

FDI: CONTINUACIÓN DE ESTE TEMA

MASTER

Llegaste, finalmente, al punto de encuentro. Aquello, al ser el PokeBronx que tocaba a la zona más exterior del barrio, no era tan oscuro y crudo como podías llegar a esperar, pero al menos no te faltó ver un par de vagabundos, un grupito de negros jugando al basket y una chica bastante ligera de ropa y de dudosa profesión. Samuel no estaba esperando donde habíais quedado, supusiste que porque llegaste muy pronto, pero no esperaste más de cinco minutos hasta que apareció desde una de las callejuelas.

—¿Traes el maletín? —Parecía más nervioso de lo que había estado en el parque. —He hablado con Dettman, ha sido difícil pero he podido arreglar un encuentro con él... siempre que lleves el maletín que busco.

Llege más temprano de lo normla, ya que Samuel no estaba esperando por mi.

“No es de caballeros hacer esperar a las damas” — pesné mientras miraba la hora en mi I-poke.

Estuve un rato viendo como jugaban a básquet y se gritaban improperios hasta que me fijé que mi caballero aparecía por una de las callejuelas. Parecía muy nervioso. Me pregunto sobre su maletín y me informo que había hablando con Detman.

— Aquí tienes. — dije mostrándoselo. — ¿Pero como sé que has hablando con él? ¿Me presento allí sin más? ¿Le has hablado de mí? ¿Necesito alguna marca o contraseña? Me das pocas pistas, Samuel, y yo he cumplido a la perfección mi parte de este acuerdo.

No deje que cogiera el maletín, hasta que no me lo contase todo a la perfección no se lo daría. Es que las chicas interesantes de hacen de rogar.

MASTER

Samuel Gordon asintió, cogiendo el maletín, y te aseguró que por tu parte el trato estaba más que cumplido. Mirando a su alrededor, te hizo un gesto para que lo siguieras y se puso a caminar hasta una calle estrecha cercana. Te habló calmadamente antes de que llegarais hacia allí, todavía a los ojos de la gente del PokeBronx.

—Vienes conmigo, no necesitas ninguna contraseña. Por tu parte está confiar en mí, te aseguro que le he hablado de ti al jefe y que te espera.

Tras eso, siguió su camino y tú consideraste que, ya que habías llegado hasta allí, era mejor confiar en el tipo trajeado que buscar otra forma de contactar con Tyler Dettman. Os metisteis por calles húmedas, estrechas y llenas de ropa tendida a varios metros por encima de vuestras cabezas, hasta que os metisteis dentro de un edificio con tanta pinta de cochambroso como los demás. Tras la entrada, te encontraste con el almacén de un restaurante, aunque por la gente que había sentada en un rincón con sillas, intuiste que era la tapadera de algo más.

Samuel te pidió que esperaras un momento y tomaste asiento. Mientras esperabas, intuiste por la conversación de dos mujeres de color bastante corpulentas que esa gente esperaba para que les vendieran hierbas medicinales y medicamentos de importación ilegal, incluso había una mujer amamantando a su bebé que gritaba que como "el matasanos" no la atendiera pronto, conocía a alguien que podía contactar con "Lively La Bestia" y que se iban a enterar todos los presentes. Entre llantos de criatura, gente que hablaba a gritos, pokémon gruñendo y el olor a enchilada proviniente de la cocina, aquellos minutos que pasaste ahí sola se te hicieron eternos hasta que volvió Samuel y te hizo pasar dentro de la sala del "matasanos".

Entraste (no sin que la señora del bebé te gritara de todo en cuanto se cerró la puerta tras de ti) y viste una especie de consulta de médico/despacho bastante chapucero donde un hombre medio calvo hablaba con una pareja, pero vosotros no parasteis ahí: travesasteis un par de puertas más, dejando atrás otros dos almacenes, y luego bajasteis las escaleras a un sótano. Tras andar una eternidad, te llegó murmullo de voces y olor a alcohol. Entraste en una sala y ahí viste a tres tipos jugando a cartas y bebiendo.

—¡Hey, Haku! —Le dijo un tipo trajeado y con gafas a Samuel, girándose en su silla. —¡Dile al imbécil este que me preste veinte pavos!

El "imbécil este" era otro trajeado, al igual que Samuel y el chico de gafas, y le pegó una colleja a su compañero. Era un tipo muy alto, de pelo algo largo y la cazadora puesta por encima de los hombros.

—Samuel. Gordon. —Pronunció el "imbécil" al tipo de las gafas, y luego te señaló. —Y creo que es la hora de largarnos.

Samuel y los otros dos te dejaron sola con el tercer tipo, el más corpulento, y el chico que te había acompañado te dijo que estabas delante de Tyler Dettman, y que él estaría fuera por si pasaba algo.

Tyler Dettman dejó sus cartas sobre la mesa, le pegó una calada a su puro y te miró de arriba a abajo.

—Bonita chupa. —Su voz era burlona y grave, pegaba con un tipo como él: parecía un tigre. —Mi compañero... Samuel, me ha dicho que querías verte con tantas ganas que incluso nos has hecho un bonito favor. Y como soy un tipo educado, te escucharé sin problemas. ¿Quieres un poco de bourbon?

FDI: Los tipos trajeados (sí, Howl y Tombo, y tu Samuel es Haku xD)
Tyler Dettman (pero sin ser de color rojo y con el pelo engominado normal)

Mi nuevo amigo Samuel me aseguró de que el se encargaría de la situación de presentación con Dettman, arreglado. Luego nos dirigimos hacía el PokeBronx, pasando por calles estrechas y de golpe me habló. Me dijo de que tenía que confiar en él y que le había hablado el jefe de mi.

“ Por supuesto, no confio en este tipo y es que una no se debe confiar nunca en nadie… pero lo que me toca ahora era hacer un acto de fe en un mi nuevo amigo. Cualquier signo de tracción y sabría lo que es que te claven algo en la garganta.”

Solo le sonreí y seguimos avanzado por esas calles, mujeres gritando, ruidos… Samuel me pidió que me sentará en unas sillas que había dentro de un edificio. Esperando con la demás gente todo eso me recordó a cuando vivía en Ciudad Azafrán y acompañaba a mi padre hacer “la ronda” y eso enfurecía a mi madre. Sobre todo me acordaba de ello por los callejones que daban a la parte trasera de los locales, llenos de cajas y de los empleados que se tomaban un descanso para fumar y siempre aparecía esas escaleras que llevaban a algún local o almacén, no lo sé, nunca llegué a bajar.

Entres y ignore a la señora de bebe, me insultaba porque me había colado, y allí atravesamos diferentes puerta, almacenes y luego tocaron las escaleras.

“Joder, acaso estamos yendo a la misma boca de infierno. Esto esta encendidísimo.”

Entramos y había tres tipos jugando a cartas, dos de ellos trajeados y uno con un traje cutre. Mientras los otros dos se metían con Samuel yo solo centré mi mirada en Dettman, sabía que era él porque solo alguien con asuntos turbios y cabecilla como era se pondría ese traje. Le miraba cual depredador e ignoraba a los demás mientras se iba. Entonces me habló y comentó que mi chupa era bonita.

“Muy bien, Kumasaka, no le debes temer. Más que nada porque tienes información que le interesa… luego si eso puedes hacer ver que le tienes miedo.”

— Gracias, no me acuerdo de donde la saqué o de quien era… — le sonreí mientras me sentaba en una de las sillas libres. — Si, un poco de bourbon siempre viene bien. — cuando me sirvió la bebida volví a sentarme. — Quería verte tan impacientemente porque tengo noticias e información que podrían interesarte, están relacionadas con la señorita LaFontaine… —bebí un poco de alchol y proseguí. — Pero antes de darte algo, tengo que decirte que me gustaría tener… como decirlo, protección total de Dettman.

Sentencie esa oración dejando en baso sobre la mesa y mirándole a los ojos. Si tenía la protección de alguien con reputación me vendría bien a la hora de conquistar las calles.

MASTER

Tyler Dettman levantó una ceja con aquella sonrisa de Sharpedo y entrecruzó los dedos mientras se inclinaba hacia delante con los codos sobre la mesa. Habías llamado su atención, eso seguro, pero no sabías si para bien o para mal.

—¿Protección total? Eso sólo suelo otorgarlo a los hombres bajo mi mando, sin embargo... —Extendió los brazos, como indicando que no tenía nada que ocultar. —Estás en mi humilde guarida y este es un lugar para gente de confianza, y ambos confiamos el uno en el otro, ¿cierto? —Su sonrisa medio amenazante hablaba por sí sola: ninguno de los dos confiaba en el otro pero Dettman parecía no tener motivos, o al menos ganas, de romper aquella "tranquilidad". —Además, lo de Gloria me interesa, hace bastante que no sé de ella...

Se acomodó en su butacón y se sirvió más bourbon tras acabárselo de un trago.

—No te prometo protección total, pero mientras estés aquí nadie te hará nada. Aunque con el trabajito que nos has hecho y con estas agallas que demuestras plantándote aquí, no descarto que a lo mejor me pueda interesar hacer negocios contigo. Dispara: ¿qué pasa con LaFontaine?

Cuando vi su sonrisa y la posición que hacía Dettman antes de decir su respuesta, durante esos instantes, me creí muerta, y es que hablar con esta gente, a veces, era tontear con la misma muerte. Pero allí me tenias, hablando con alguien que podía silbar y que apareciesen varios compinches suyos y hacer de mi persona un colador.

—¿Protección total? Eso sólo suelo otorgarlo a los hombres bajo mi mando, sin embargo... Estás en mi humilde guarida y este es un lugar para gente de confianza, y ambos confiamos el uno en el otro, ¿cierto?—sentí alivio y sonreí, al igual que él, no confiaba. —Además, lo de Gloria me interesa, hace bastante que no sé de ella..

Bebí del vaso que me había servido, mientras este me daba paso para hablar de mi información.

“No se los des todo de golpe, no te conviene, dale la información justa para que dependa más tiempo de ti.” — pensé mientras me acaba la bebida y le pedía que me sirviera más.

— Dice que noto algunas irregularidades en tu negocio y que hablaría con un ex agente de policía que había investigado antes el negoció que llevas ahora. Vamos, que quiere cerrar tu humilde negocio…— callé unos segundos. — Tengo su número y podría hablar con ella para saber cuando quería con ese agente.

Quizá también me preguntaría sí sabía donde vivía pero eso más adelante.

—¿Insinuas que Gloria, una de mis más queridas protegidas, es una traidora?—después de mirar a sus secuaces esperando una risotada ante un chiste que nadie había entendido, se puso a reír a carcajadas, seguido de sus hombres. —¿y qué te ha dicho que va a hacer, eh? Que su caché sea bajo no es nada ilegal, si quiere cobrar más que pruebe suerte en otra productora, ¡¡¡jajajajajaja!!! —Comprendiste enseguida su estrategia de despiste, tanto tú cómo él sabíais que el asunto que quería denunciar Gloria no era algo tan simple. Pero Dettman no quería arriesgarse a darte más pistas a ti de las que tú le podías dar. —Bueno, pero dime, ¿cómo sé que me estás diciendo la verdad? ¿Y qué te lleva a venir a verme? Es decir, algo vas a querer a cambio de tan valiosa información… imagino que sabes dónde encontrar a esa zorra? Llámala y pon el manos libres.

Dettman hizo una especie de chiste y se puso a reír, seguido por sus hombres, seguro que no tenían ni idea de lo que se reían pero ellos seguían las gracias. Patético.

“Se piensa que soy retardada, tener a alguien estudiando derecho y hablando con agentes no-corruptos de la ley no la hace tu protegida, so mamón.” — pensaba mientras seguía con cara de póker.

Entonces me preguntó cómo es que le estaba diciendo la verdad y que me llevaba a venir a verle. Antes esas dos preguntas solo pude esbozar una pequeñosa sonrisa, pero cuando me propuso de llamarla y poner el manos libres.

“Está tarado. Mucha cocaína por hoy, Dettman.” — pensaba mientras miraba la habitación por encima.

— No creo que tenga razones para mentirte, para mí como si cuidas de ancianas o las vendes, me da igual lo que hagas en tu negocio… no tengo razones para mentirte, solo estoy diciendo que una de tus “queridas protegidas” ha decidió que lo que haces no puede quedar impune. — le sostenía la mirada. — Lo que me lleva a venir a verte es porque quiero demostrarte que soy tan buena o más que cualquiera de tus hombres y que soy alguien por lo que apostar, si apuestas por mi acabas ganando, por eso he venido. — me apoyé sobre la mesa y seguí hablando. — Gloria LaFontaine confía en mí y cree que estoy de su lado, pero llamarla así de repente sin yo tener un motivo no tiene sentido. Ella no sabe a donde he ido, aunque si es una chica lista, se debe oler que he venido por aquí… Y eso puede hacer que se corte el riego.

Me quedé callada y miré la pared, sentía que estaba contra la espada y la pared, así que antes de que hablase le propuse algo.

— Hagamos un trato. — tragué saliva. — LaFonatine ha quedado con agente y ella me propuso de ir, en cualquiera de los casos deberé hablar con ella otra vez pero prefiero hacerlo en persona. Dame a uno de tus hombres, uno que no parezca sospechoso o un violador y te puedo demostrar que soy alguien con quien apostar a largo plazo. ¿Trato?

“Por ahora me interesa tener mi propio equipo independiente. Solo con que alguien me de su voto de confianza luego tendré el camino libre para ir subiendo. Ahora me tengo que vender como un cachó de carne.”

Dettman dejó un gruñido de excitación similar al de un cerdo en celo y te miró con fuego en los ojos.

—Jajaja eres una chica difícil ¿eh? Y qué gano yo con ese trato? Hagamos una apuesta mejor. Vinnie Vitale te acompañará, si me consigues devolver a Gloria sin que abra la boca demasiado, te daré lo que quieras; si fallas, te vendrás a trabajar para mí.

Se echó a reír, seguido de sus hombres y cuando terminó, con un movimiento de mano te echó de su despacho y uno de sus hombres te acompañaron hasta la sala de espera del “matasanos” dónde en unos minutos te reunirían con ese tal Vinnie.

Llegó, era un chico alto y corpulento, no demasiado guapo debido a una nariz exageradamente grande, tenía toda la pinta de actor porno, así que imaginaste que no le pagaban por su belleza. Con una mueca de asco que despertó este pensamiento, le estrechaste la mano cuando os presentaron.

Salisteis al callejón, a partir de ahora todo dependía de tí y tu acompañante. Gloria se reuniría en breves con la ex agente en alguna parte y era decision tuya si venderla o tender una trampa a Tyler Dettman.

Se rio cual cerdo y me miró, con lo que describiría, “fuego en los ojos” aunque me parecía más ojos de psicópata en potencia.
Por lo que se ve hacer un trato no era su estilo y decidió hacer una apuesta. Esta consistía en que él me prestaba a uno de sus hombres y si conseguía que Gloria viniera conmigo, sin armar mucho lio y sin abrir mucho la boca, me daría lo que quisiese. Si no ganaba la apuesta me podría a trabajar para él.

— ¡Acepto! — dije rápidamente antes de que cambiase las condiciones.

Se hecho a reír y me despidió del lugar enviándome a la sala de espera esa otra vez, allí me reuniría con Vinnie.
“Bien, todo está yendo sobre ruedas. No sé porque se le va la olla y decide hacer una apuesta, pero si pierdo saldré ganando igual. Estar dentro de una banda me puede ir muchísimo mejor que una total protección, pero estando sola. Igualmente quiero efectuar bien el trabajo.” pensaba mientras seguía esperando a Vinnie.

Al cabo de un rato apareció un chico alto y corpulento con una nariz bastante grande, parecía un actor porno pero al menos no parecía un violador. Le estreche la mano y salimos al callejón. Empecé a andar para salir de esa zona y poder ir a un sitio más despejado del Poké-Bronx y mientras andábamos le pregunté a Vinnie varias cosas.

— ¿Prefieres que te llame Vitale o Vinnie? — seguí mi paso por esas calles esquivando los despojos, tanto humanos como materiales. — Entiendo, oye, antes de empezar con algo me gustaría que hubiese una cosa clara… Espero que no llegue a pasar pero, si te dijera que mates a alguien lo harás, ¿no? No tendrás ningún problema, ¿no?

Me daba igual lo demás, solo quería que alguien que no fuera yo se manchase las manos si llegase en momento. Tenía que estar todo bien claro.

—¿¡¿Ma-matar?!?.—Vinnie, que había aceptado de buena gana que le llamases por su nombre de pila, no parecía tan entusiasmado con esta idea. —Verás... yo... soy sólo un actor. —ante tu mirada incrédula siguió: —Vale, vale, no soy idiota, estoy bastante enterado de las mierdas que se trae Dettman entre manos... así que no voy a ser tan hipócrita; pero no soy un matón, así que deberíamos vernos con mucha necesidad, no llevo armas ni nada.

Durante el camino seguisteis hablando y conociéndoos. Por lo que parecía Vinne había trabajado varias veces con Gloria y la tenía en bastante estima, aunque la consideraba una entrometida y un poco pesada. En unos 40 minutos llegasteis al lugar de la reunión. Gloria se encontraba ya allí, disfrazada con una peluca negra larguísima y barata.

—¿Qué plan tienes?—dijo bajito —Sobre todo, no le hagamos demasiado daño eh?...

Flipe Gyarados cuando Vinne me dijo que él solo era un actor, aunque luego se excuso diciendo que sabía lo que hacía Dettman. Suspiré mientras seguía andando, eso tampoco haría que cambiasen mis planes mucho más, aunque prefería que otros se manchasen las manos podía manchármelas yo también. Me crié con esto, así que se cómo llevarlo.

— Oye Vinne, no te preocupé — dije hablándole con buen rollo. — , la sangre no tiene porque llegar al río pero si eres un matón podemos aprovechar eso como ventaja. Eres grande y fuerte.

No le dije más sobre ese tema y seguimos hablando de otras cosas. Vinne conocía a Gloria y la tenía en estima pero sabía que era una entrometida, yo le dije que ni hace nada malo pero que debería pensárselo varias veces antes de juntarse con gente como Dettman y después dejarlos tirados. Que eso no era un juego de adultos, era un juego de mafias.
En unos 40 minutos y allí estaba Gloria, pasado desapercibida a su manera. Estaba sola y eso era un buen comienzo, entonces Vinne me preguntó.

— A ella no lo haremos daños, a que quizá tengamos que apretar los tornillos es al detective o poli, lo que sea. — le dije en voz baja. — Si nos podemos llevar a Poli y a Gloria, los dos, sería muchísimo mejor… — me quedé callada. — Mira, el plan es este: iremos los dos a hablar con ella y le diremos que tu y más compañeros de profesión están de parte de Gloria, que he ido hablar con ellos y os he convencido para ayudarla. Esperaremos a que llegue el Poli y le decimos a Gloria que los demás están reunidos en otra parte, ya que no es plan de encontraros todos aquí, nos los llevamos a un rincón apartado cerca de PokéBronx y… ¡PUM! — le di un puñetazo a mi mano para que nos entendiésemos. — Golpeas al Poli aprovechando tu fuerza y yo dejo aturdida a Gloria y los llevamos a Dettman. ¿Capiché?