[Mike] De pueblo en pueblo y tiro porque me toca

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Al detenerse por culpa del rebaño de Mareeps las maquinaciones de Mike sobre como engatusar a Lea se interrumpieron por los molestos balidos, pero su enfado no duró demasiado, tantas ovejas avanzando una tras otra lo hipnotizaron adormilándolo, estando a punto de caérsele la cabeza sobre el manillar, pero Marill como buen amigo lo despertó de una bofetada para poder seguir su camino.

Una vez en su habitación Mike no dejaba de pensar en el hecho obvio que se había presentado.

Los dos solos... una habitación... una litera... vale eso no es lo más romántico, pero no me puedo quejar. ¿qué debería decir? la tensión podría cortarse con un cuchillo, debo ser elegante y misterioso... Aunque otra cosa lo distrajo -¡ME PIDO LA LITERA DE ARRIBA!

Mike se lanzó a la litera de arriba haciendo caer a Marill en el proceso de su hombro, aunque en seguida se levantó y con una mirada de desprecio abrió la puerta del baño y se echó en la bañera que sería su cama con su antifaz de noche. Mike estaba ahora tirado sobre Lea, una idea que le hizo fruncir el ceño. Pero otra duda lo asaltó, y se asomó por el borde de la litera para mirar a Lea.

-Ahora que lo pienso Lea, no te he preguntado qué es lo que vas a hacer tu cuando te acerque a tu destino.

La chica estaba sentada en el borde de la cama quitandose los zapatos. Cuando le hablaste dejo la tarea a medio terminar y alzo la mirada pensativa.

— Mmm... Participaré en el concurso pokemon — Sonrió — ¡Esta vez quiero ganar! — Se quitó el zapato que le faltaba y sentada en el borde de la cama empezó a balancear los pies adelante y hacia atrás — Desde pequeñita veía esa gente tan glamurosa por la tele... siempre he querido ser como ellos. Parte desde que empecé he hecho muchos amigos — Se sonrojó mientras sonreía — Como Dalia, ella seguro que triunfa en los espectáculos, pero a mi me queda mucho trecho que recorrer — Se rió con modestia — Y tu ¿Qué sueños tienes Mike?

Mike meditó sobre la información que daba Lea. Estaba bastante seguro de haber visto casi todos los concursos Pokémon que pudo (aunque nunca lo admitiría) y nunca había escuchado el nombre de Dahlia. No obstante nunca había llegado a ver nada de fuera de Kanto así que tampoco sería de extrañar. Con la pregunta se quedó un poco perplejo... No tenía muy claro como responder... Ya que tampoco tenía una motivación tan grande para ser maestro Pokémon... Lo principal que lo había hecho salir de casa había sido su madre, diciéndole que lo hiciera. Pese a todo se lo estaba pasando muy bien y las cosas pintaban mejor de lo que esperaba, con una medalla en su poder.

- Los concursos son geniales, y está claro que tu arrasarías en uno... Pero me temo que por Kanto esa tal Dalia no es conocida. Sobre mi... pues no lo tenía muy claro. Ser entrenador es guay, viajar y conseguir cositas brillantes, ¿a quién no le gustaría? Pero creo que mi principal motivación ahora es demostrar de lo que soy capaz... y bueno, por el camino conocer gente interesante.

Diciendo eso último echó una mirada sonriente a Lea, aunque no pudo sostener sus ojos mucho rato. En su mente volvía a imaginarse una peli romántica y empezaba a sonrojarse así que giró la cabeza y tosió intentando disimularlo.

La muchacha escucho con atención como hablabas de tus objetivos. Cuando finalizaste se levantó con los ojos centelleantes y una gran sonrisa. Llena de energía se giró hacia ti y te miró mientras decía:

— Eres capaz de muchas cosas ¡Ganaste a tu primera líder! Viste ese gimnasio? Tan glamuroso y precioso. Seguro que podrás con cualquiera si te lo propones.


Dicho esto se excusó y se fue al baño y poco después os pusisteis a dormir rendidos por el cansancio. La mañana se dispuso luminosa y hasta jurarías que escuchabas a alegres pidgeys canturrear fuera a trabes de la ventana. Abriste los ojos poco a poco y escuchaste que alguien estaba abajo moviéndose. Cuando al fin pudiste incorporarte viste que abajo Leandra ya estaba vestido ay se estaba calzando mientras canturreaba alguna canción que no pudiste identificar.

Mike empezaba a pensar que todos allí eran algo alegres de más, no solo Lea, también la gente de las tiendas y los que veía por la calle... No era algo a lo que estuviera acostumbrado, pero tampoco lo veía motivo para quejarse. La noche fue agradable, con sueños de película de Hollywood donde obviamente Mike era el héroe de Lea, pero desgraciadamente debía dejar eso de lado al llegar el día. Mike se sorprendió de que Lea se hubiera vestido ya, y se preguntó si se habría cambiado allí, en el cuarto, con él durmiendo como un idiota... Pero como una centella usó la protección visual de las alturas para cambiarse y bajar de un salto delante de la chica.

- ¡Ta-dáaaaa! Vaya, que bien te queda esa ropa - dijo, aunque no era capaz de recordar si era la misma que había llevado... en su sueño vestía como Marilyn Monroe. - ¿Quieres guiarme al gimnasio o vamos primero a donde tu querías ir? Aunque ahora que lo pienso... tal vez necesitase algún Pokémon más...

Marill se quitó su máscara de noche por un lado desde su cama en el lavabo para mirar mal a Mike, pero él se disculpó encogiendo los hombros. Era cierto, no podía llegar muy lejos con solo dos Pokémon, por variedad de tipos y por cantidad de rivales...

Lea parpadeó un par de veces por la sorpresa y luego se quedó pensando.

— Yo... Esto... — Parecía un poco triste — Me separaré de ti aquí. — Terminó al fin.

La muchacha se levantó y después de colocarse bien la falda cogió su mochila.

— Verás. Voy a casa — Sonrió al fin — Le prometí a mamá que la iría a ver siempre que estuviera cerca y esas cosas — Se acerco a Mike y colocándose de puntillas le dio un beso en la mejilla — Un placer haber sido tu compañera de aventuras. Pero no te preocupes ¡Seguro que pronto nos reencontraremos!

Dicho esto se despidió con otro beso en la otra mejilla y despidiéndose con la mano mientras te aconsejaba que no comieras nada que no conocieras ya que podía ser venenoso se fue. Y allí te encontrabas tu solo en la habitación ya que un día que había empezado tan bien acababa de perder su brillo porque Lea acaba de irse.