Las despedidas siempre son duras, pero con el fin de una aventura empieza una de nueva igualmente divertida o quizás… no tanto. Reportaste tus descubrimientos a la profesora Ivy quien se mostró muy interesada aunque te regañó bromeando por no haber conseguido traer los pokémon desconocidos de Eros.
Pudiste descansar esa noche en el centro pokémon de Grosella y pudiste actualizar tu blog después de mucho tiempo sin internet. Te citaste a la mañana siguiente otra vez con tu mentora.Te habló de tu siguiente misión. Trabajarías en dos investigaciones paralelamente. Por una parte, en tu primera llegada a Tohoku se había descubierto un pokémon, y se te había adjudicado para que estudiases su crecimiento, sus costumbres, habilidades, evoluciones… Como eso te llevaría tiempo y podías hacer otras cosas a la vez (también porque incluso en Grosella faltaba personal para tantas cosas sobre las que estudiar como hay), te encargaron dirigirte a Pueblo Arándano, en concreto a los jardines de la famosa escuela botánica.
Se rumoreaba que en esos terrenos convivían ejemplares de todos los pokémon planta del mundo, atraídos por el clima idóneo de la zona y los cuidados maestrales de la célebre Hanako Kusada. Tu misión era pues, ir allí y catalogar tantos especímenes como fuera posible, siendo el principal objetivo descubrir nuevas especies.
En un plano mucho más romántico, al fin se reunieron Romeo y Julieta, después de tanto tiempo. Se celebró una pequeña ceremonia oficiada por un sacerdote que investigaba la ciencia detrás la religión, que pese a su disciplina era respetado por todos. La profesora Ivy y tú hicisteis de damas de honor y testigos. Cuando los novios se besaron, la fuerza del amor hizo evolucionar a Julieta.
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La ruta entre grosella y Arándano fue un viaje apacible y sin nada digno de mención. Estabas deseosa de conocer Pueblo Arándano, sin embargo, la escuela estaba en las afueras, así que paraste a presentarte a la tal Hanako.
El terreno de la escuela era realmente grande, claramente, su dueña no tenía control sobre todo él, aunque se veía cuidado, pese a que no todo eran jardines. Había terreno salvaje, jardines, huerta y algunas balsas. En el centro había un par de edificios de estilo tradicional unidos por un pasillo porchado.
Tanto por los jardines como dentro del edificio pasaban atareados decenas de niños y adolescentes, alumnos de la escuela con toda seguridad. Uno te condujo hasta la habitación donde se encontraba la profesora Hanako. Esperaste fuera unos minutos hasta que te llamó.
—Buenas tardes, ¿qué desea? —Su forma de hablar era directa, incluso estricta, se notaba que era una persona práctica y que no se andaba con rodeos.
Le contaste el motivo de tu viaje, te escuchó en silencio y cuando terminaste te informó de las condiciones del trabajo.
—La profesora Ivy me contó por carta que vendrías. No tengo especial interés en el descubrimiento de nuevas especies, pero me vendrá bien que me eches una mano con el cuidado de la escuela. Dormirás en este edificio, te he preparado un futón en la habitación de los invitados. Los alumnos duermen en el otro edificio que has visto antes. Hay que estar de pie a las 8, un poco antes si te toca preparar el desayuno. De momento instálate, y aparece al comedor a las 9, ya terminaremos de hablar luego.
Pudiste descansar esa noche en el centro pokémon de Grosella y pudiste actualizar tu blog después de mucho tiempo sin internet. Te citaste a la mañana siguiente otra vez con tu mentora.Te habló de tu siguiente misión. Trabajarías en dos investigaciones paralelamente. Por una parte, en tu primera llegada a Tohoku se había descubierto un pokémon, y se te había adjudicado para que estudiases su crecimiento, sus costumbres, habilidades, evoluciones… Como eso te llevaría tiempo y podías hacer otras cosas a la vez (también porque incluso en Grosella faltaba personal para tantas cosas sobre las que estudiar como hay), te encargaron dirigirte a Pueblo Arándano, en concreto a los jardines de la famosa escuela botánica.
Se rumoreaba que en esos terrenos convivían ejemplares de todos los pokémon planta del mundo, atraídos por el clima idóneo de la zona y los cuidados maestrales de la célebre Hanako Kusada. Tu misión era pues, ir allí y catalogar tantos especímenes como fuera posible, siendo el principal objetivo descubrir nuevas especies.
En un plano mucho más romántico, al fin se reunieron Romeo y Julieta, después de tanto tiempo. Se celebró una pequeña ceremonia oficiada por un sacerdote que investigaba la ciencia detrás la religión, que pese a su disciplina era respetado por todos. La profesora Ivy y tú hicisteis de damas de honor y testigos. Cuando los novios se besaron, la fuerza del amor hizo evolucionar a Julieta.
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La ruta entre grosella y Arándano fue un viaje apacible y sin nada digno de mención. Estabas deseosa de conocer Pueblo Arándano, sin embargo, la escuela estaba en las afueras, así que paraste a presentarte a la tal Hanako.
El terreno de la escuela era realmente grande, claramente, su dueña no tenía control sobre todo él, aunque se veía cuidado, pese a que no todo eran jardines. Había terreno salvaje, jardines, huerta y algunas balsas. En el centro había un par de edificios de estilo tradicional unidos por un pasillo porchado.
Tanto por los jardines como dentro del edificio pasaban atareados decenas de niños y adolescentes, alumnos de la escuela con toda seguridad. Uno te condujo hasta la habitación donde se encontraba la profesora Hanako. Esperaste fuera unos minutos hasta que te llamó.
—Buenas tardes, ¿qué desea? —Su forma de hablar era directa, incluso estricta, se notaba que era una persona práctica y que no se andaba con rodeos.
Le contaste el motivo de tu viaje, te escuchó en silencio y cuando terminaste te informó de las condiciones del trabajo.
—La profesora Ivy me contó por carta que vendrías. No tengo especial interés en el descubrimiento de nuevas especies, pero me vendrá bien que me eches una mano con el cuidado de la escuela. Dormirás en este edificio, te he preparado un futón en la habitación de los invitados. Los alumnos duermen en el otro edificio que has visto antes. Hay que estar de pie a las 8, un poco antes si te toca preparar el desayuno. De momento instálate, y aparece al comedor a las 9, ya terminaremos de hablar luego.